Después de una linda visita el día anterior a las Salineras
y de haber visitado nuestro primer destino arqueológico Inca en el Perú, nos
anotamos en otro tour con la misma empresa la cual nos prometía visitar el
Valle Sagrado, Pisaq y Ollantaytambo.
Como era de esperar, esa mañana tampoco pude aprovechar el
desayuno del hostel al 100%, ya que el horario de salida era acotado como para
desayunar y a Nela le había pegado el soroche.
Así que derechito a la farmacia a pedir las pastillitas milagrosas,
que se tome un té de coca y hacer fuerza para que se le pase rápido.
Como suelen acostumbrar las agencias turísticas en Cusco y
todo el Perú, te venden, te citan a determinada hora, y rejuntan a todos, te
acomodan en el bus y chau!!!
Esa mañana el tour se puso en jaque. Luego de pagados los 30
soles por persona (excursión día completo) sin almuerzo, el cual costaba 20
soles más por persona, nos juntaron, nos subieron a un bus y a las dos cuadras
nos pidieron bajar solo a Nela y a mí porque supuestamente debíamos ir en otro
bus.
Minga me la van a hacer (pensé yo), ya veo que bajamos, te
dicen camina para halla y te pierdes el tour porque tu bus se fue. Nos
amotinamos a los asientos 31 y 32 y exigimos al mejor estilo toma de rehenes
que solo bajaríamos si nos dejaban en nuestro bus asignado. Lo cual obligo al
conductor a dar interminables vueltas que llevo algo más de 30 minutos por el
centro de Cusco para dejarnos a menos de 3 metros de nuestro bus. Recién ahí,
accedimos a bajar.
Ya en viaje, nuestra primer parada (y la de todos los
turistas) fue una especie de feria artesanal al costado de la ruta. Al bajar
los puesteros huelen dólares y te saludan con un “cómpreme amigo” al mejor
estilo bazar de Marrakech.
Como nuestro presupuesto era acotado, pero algún recuerdo
para la casa queríamos llevar, tuvimos que activar el modo “regateo”, el cual recién
se desactivo al llegar a Buenos Aires. Así que en ese estado pudimos obtener
una linda manta para el futón por unos módicos 60 soles (siendo su precio
inicial 100 soles).
Nos dieron una mirada general del Valle Sagrado, parando 15
minutos sobre la ruta y admirando la vista.
Luego de eso, hicimos un poco más de viaje hasta llegar a
Pisaq.
Parte del circuito arqueológico de Cusco, Pisaq está en el corazón
del Valle Sagrado y es parte fundamental de las visitas a la región, tanto como
Ollantaytambo y Machu Picchu.
Continuando camino rumbo a Ollantaytambo, el tour para a
almorzar en un restaurant buffet en la ciudad moderna de Pisac. Acá te dan 1
hora para almorzar y paran en un restaurante específico el cual le incluye el
almuerzo a todas las personas que pagaron previamente con el tour la comida, y
los que quieren pueden sacar un ticket ahí mismo y almorzar.
A nosotros 20 soles por persona nos pareció mucho dinero a
lo que veníamos pagando, pero muchos turistas que venían con nosotros lo
abonaron sin problemas.
Cuando nos disponíamos a irnos a buscar algo más barato por
la zona, la encargada se acercó a nosotros y nos ofreció el buffet por 12 soles
en lugar de 20, pero nos pidió discreción y no comentarlo. Así que le dijimos
que sí y aprovechamos a comer como si hiciera 1 semana que no lo hacíamos.
Conmigo los buffet pierden plata.
Siguiendo el recorrido nos fuimos hasta Ollantaytambo
pueblo, el cual tiene estación de tren a Machu Picchu y lugar elegido por
muchos mochileros para empezar a caminar por las vías rumbo a Aguas Calientes
en un recorrido que creo que lleva algo de 2 días de caminata.
A los pies de las ruinas de Ollantaytambo se encuentra una
especie de plaza la cual, para variar, también vende artesanías.
En la entrada te piden el pase turístico, el cual se compra
por unos 120 soles (si vas con los días contados como yo no te conviene comprarlo,
es mucho dinero y podes adquirir el medio pase por unos 60 soles que te cubre
casi las mismas atracciones, salvo algunos museos en Cusco que los podes
comprar por separado en el lugar).
Ollantaytambo es magnífico, recorrerlo es muy placentero
aunque hay que subir un poco, el templo del sol es de visita obligada pero en
tours te dan un corto tiempo para recorrerlo, si podes ir a Ollantaytambo por
tu cuenta desde Cusco y tenes tiempo, es un destino que vale la pena dedicarle
unas 3 horitas para conocerlo en profundidad.
El tour finaliza con la visita a una platería regional en la
cual te muestran como obtienen y hacen las piezas de plata y una rápida visita
a una iglesia creada por los españoles luego de la ocupación, la cual está
fundada sobre cimientos incas los que claramente se diferencian por la forma de
las piedras y el uso de material de pegamento para las mismas.
En este mismo lugar, a los pies de la iglesia, mujeres
venden mantas y demás cosas hechas por ellas a precios relativamente bajos, así
que aquí es el lugar donde conviene comprar por pocos soles.